Por: Benjamín Santos
Hay personas que toman muy en serio su ubicación en la izquierda o en la derecha a tal grado que antes renuncian a sus creencias religiosas o a sus vínculos familiares y de amistad que desubicarse un centímetro en lo que consideran una posición de honor. El problema se les presenta cuando se les pide que definan las razones por las cuáles se ubican donde dicen estar. Todo tuvo su origen en la revolución francesa. A la izquierda del local donde se reunía la primera asamblea nacional constituyente que sustituyó a los estados generales que reunían bajo la convocatoria del rey a la nobleza, el clero y al llamado estado llano o tercer estado, se ubicaban los jacobinos con sus posiciones radicales frente al antiguo régimen y a la derecha se agrupaban los girondinos, igualmente partidarios de la revolución, pero más moderados en sus posiciones.
Lo que al principio fue nada más una ubicación en el espacio físico se convirtió en opciones ideológicas cuyos límites siempre han sido difíciles de precisar. Los jacobinos disputándose el liderazgo y los primeros lugares en el radicalismo de sus posiciones instalaron la guillotina y se destruyeron unos a otros dando lugar a la llamada época del terror. La revolución pasó a manos del Directorio y luego a Napoleón hasta llegar a la restauración de la monarquía. La situación de izquierdas y derechos vuelve a plantearse en Alemania entre los discípulos de Hegel correspondiendo a Carlos Marx de la izquierda hegeliana y a Federico Engels (rico en su tiempo) el desarrollo de la filosofía que serviría de base a todas las izquierdas del siglo 20.
Del marxismo se van desprendiendo otras corrientes en rechazo unos al materialismo radical, otros al determinismo económico o al esquema de la lucha de clases como único motor de la historia o a la violencia como partera de la revolución. Así nacen la social democracia, el socialismo democrático, la filosofía política de Antonio Gramci con sus conceptos de hegemonía, bloque histórico e intelectuales orgánicos con más énfasis en lo cultural que en lo económico como factor decisivo en el proceso revolucionario. Las derechas no permanecieron ociosas. Desde la filosofía conservadora de Edmundo Burke frente a los excesos de la revolución francesa hasta el fascismo pasando por los nacionalismos hasta el neoliberalismo las derechas van de la moderación al radicalismo según el comportamiento del adversario. ¿Basta ser rico para ser de derecha y pobre para lo contrario?
Sin una sólida definición ideológico-programática no hay izquierdas ni derechas que puedan tomarse en serio. En unos casos son simple defensa de intereses económicos y en otros posiciones populistas elaboradas en torno a un caudillo con recursos para repartir y un pueblo en la extrema pobreza acosado por los problemas de la subsistencia diaria. EL socialismo del siglo 21 si se toma como base el último discurso del comandante Chávez antes de su segundo viaje a Cuba recientemente es una mezcla de todo: Recomendó la lectura del Capital de Marx, un libro sobre Antonio Gramci, citó a Nietzsche el del superhombre y el de la muerte de Dios, a Bolívar cuyo pensamiento fue criticado por Marx y terminó citando a Jesucristo.
En Honduras es más difícil definir quién es de derecha y quien de izquierda por falta de identidad ideológica clara. Las diferencias son más de carácter episódico. Si alguien habla hasta dormido a favor de los pobres sin hacer nada concreto en su favor es de izquierda, quien no hace lo mismo es de derecha. Quien anda con una boina y un morral al hombro es de izquierda, si viste de saco y corbata es de derecha. Si pronuncia discursos incendiarios contra esto y aquello es de izquierda, si es moderado en sus posiciones es de derecha. Si en las marchas pinta y destruye la propiedad privada es de izquierda, si no marcha o lo hace moderadamente es de derecha. Si ataca al Cardenal Rodríguez es de izquierda, si lo defiende es de derecha. Quien se declara marxista sin haber leído a Marx es de izquierda, quien ha leído a Marx, pero no es marxista es de derecha. El profesor que abandona a sus alumnos es de izquierda, quien los atiende es de derecha.
Ser de derecha o de izquierda es algo relativo y no es el criterio fundamental para juzgar a nadie, máxime si tomamos en cuenta que en materia de corrupción, nuestro principal problema, no hay diferencia.
Fuente: http://www.latribuna.hn/2011/07/30/%c2%bfde-derecha-o-de-izquierda/
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