miércoles, 5 de octubre de 2011

Steve Jobs: el éxito de un genio marginado


El cofundador de Apple protagonizó una fascinante y agitada historia, en la que combinó a un empresario creativo con un jefe temperamental y determinado, que convirtió en oro todo lo que tocó.

Steve Jobs, cofundador de Apple, nació en febrero de 1955 en el centro de California de una madre estadounidense y un padre sirio, quien lo dio en adopción a una semana de su nacimiento.

Jobs fue criado en un hogar obrero cuando el cercano Silicon Valley comenzaba a convertirse en un centro tecnológico, y tuvo su primer trabajo a los 12 años, tras llamar al fundador de Hewlett-Packard, Bill Hewlett, a su casa.

El fundador de Apple logró saltarse un año en el colegio gracias a su alto coeficiente intelectual, aunque luego fue expulsado por una serie de travesuras, como explotar bombas o liberar serpientes en el salón de clases.

Después de cursar sólo un semestre, abandonó la universidad y comenzó a trabajar para el fabricante de videojuegos Atari, hasta que tuvo suficiente dinero como para embarcarse en un viaje espiritual por la India.

Tras el viaje, regresó a su trabajo en Atari, donde en 1976 convenció a su colega y amigo Steve Wozniak de renunciar al trabajo y lanzar una compañía para vender el ordenador personal que su compañero había diseñado.

Jobs vendió rápidamente 50 equipos a una tienda local, con lo que comenzó la travesía de Apple, en la que Wozniak era el diseñador y Jobs el vendedor.

Desde el comienzo exhibió una tendencia a la determinación, lo que le ganó la fama entre los primeros empleados de Apple de ser un jefe temperamental, brillante, pero difícil.
Muchos éxitos, un error y un fracaso

Sus éxitos fueron muchas veces revolucionarios, pero sus fracasos fueron igualmente dramáticos. Entre estos se cuentan el lanzamiento, en 1983, de Lisa, un ordenador que se llamó igual que su hija, y la contratación, el mismo año, del ex jefe ejecutivo de Pepsi John Scully para dirigir Apple de manera más profesional.

Lisa fue un fracaso comercial, pero forjó el camino para Macintosh, el primer ordenador popular que utilizó una interface gráfica. Scully expulsó a Jobs en 1985 y casi lleva la compañía a la bancarrota antes de que Jobs volviera para rescatarla, en 1997.

Jobs se sintió desalentado por el exilio, pero supo aprovechar los años. En 1986 compró una división de animación digital al cineasta George Lucas por diez millones de dólares, la rebautizó Pixar y la convirtió en el estudio de animación más exitoso del mundo. Luego se lo vendió a Disney por 7.400 millones de dólares.

Además, fundó Next Computers para concretar su visión de ordenadores personales poderosos, pero elegantes. A pesar de que fue un fracaso comercial, el científico Tim Berners Lee utilizó uno para crear la world wide web (www). Jobs vendió luego la compañía a Apple, donde su tecnología fue la base para el actual sistema operativo de Apple.

En 1991 se casó con Laurene Powell, su subalterna durante nueve años, y tuvo tres hijos con ella. Además tiene una hija, Lisa Brennan-Jobs, de otra relación.


Regreso triunfal

Cuando Jobs fue recontratado como jefe ejecutivo de Apple revitalizó la compañía con el iMac, un colorido ordenador de una pieza. Delineó una estrategia para convertir los productos de Apple en el centro de un estilo de vida digital que estaba emergiendo.

A pesar de que fue superado estratégicamente por su gran rival Bill Gates, de Microsoft, Jobs mantuvo la misma visión digital con la que comenzó, que sostiene que para que los ordenadores lograran su rendimiento óptimo Apple tenía que mantener el control tanto del hardware como del software. Finalmente, esta pertinaz insistencia fue base de su éxito posterior.

Apple lanzó el iPod en 2001, y en 2003, la tienda online de música de iTunes que en siete años vendió más de 10 mil millones de canciones y dominó completamente el negocio de música online.

El siguiente gran éxito de Jobs fue el iPhone, lanzado en 2007, que revolucionó el mercado del Smartphone y está previsto que alcance un total de 100 millones de unidades vendidas para fin de año. La compañía lanzó el iPad el año pasado, lo que generó una demanda sin precedentes para tabletas y vendió más de 25 millones hasta el momento.

Estos éxitos hicieron que el precio de las acciones de Apple fuera de los nueve dólares, cuando Jobs regresó a la firma, a los más de 376 dólares, al cierre del miércoles, antes de que anunciara su retiro.

Tras sobrevivir a un cáncer de páncreas en 2004 y a un trasplante de hígado en 2009, Jobs aparentemente mantiene su tenacidad, su individualismo quijotesco, la intolerancia a la incompetencia y su famoso carisma.

"A veces la vida te pega en la cabeza con un ladrillo", comentó en la ceremonia de graduación en la Universidad de Stanford en 2005, en donde pronunció estas palabras que resumen su manera de ver la vida. "No pierdan la fe. Tienen que encontrar qué es lo que aman... Así que sigan buscando hasta que lo hallen. No se conformen". 



No hay comentarios:

Publicar un comentario